
Cuidados básicos
Si estás pensando en adoptar un perro, medita tu decisión en profundidad, ya que la misma lleva aparejada un serio compromiso que va a vincularte durante toda vida del animal, que en el caso del dogo canario asciende a entre diez u once años de media.
Alimentación
La nutrición de un dogo canario es un concepto que no va a resultarte precisamente barato, lo que es una cuestión a valorar antes de decidirte a llevarlo contigo a casa. Un animal de este tamaño va a precisar grandes cantidades de comida cada día, en cuya compra no podrás escatimar.Busca un pienso seco de calidad en el que los cereales no sean uno de sus componentes principales y, dado que es un can propenso a padecer torsión gástrica, reparte su alimento como mínimo en dos dosis diarias. En el caso de que no vayas a estar en casa a la hora prevista, puedes programar algún comedero automático al efecto.
Higiene
La higiene de cualquier mascota es un factor elemental para el normal desarrollo de la convivencia. La del presa canario no resulta demasiado trabajosa para su familia, al no tratarse de un perro que precise ningún acicalado especial.
Higiene dental
Presta especial atención a la higiene bucal de tu dogo canario y asegúrate así de que goce de una salud de hierro, pues resulta realmente sorprendente la cantidad de enfermedades caninas que se asocian a una boca con una deficiente higiene.Acostumbra a tu querido amigo desde cachorro a un cepillado dental regular y estarás evitando que el sarro se deposite en sus dientes, disminuyendo de manera drástica sus posibilidades de padecer enfermedad periodontal y otras patologías cardíacas, renales y hepáticas.
Baño y secado
El pelo de esta raza está provisto de unos aceites naturales esenciales que podría llegar a perder en el caso de que decidieras bañarle demasiado a menudo. Por esta razón, la frecuencia del baño debe establecerse en 6-8 semanas o cuando empieces a notar que parece estar sucio.Elige un champú específico para su tipo de pelo y no olvides que en invierno deberás usar agua templada para evitar resfriados innecesarios. Para ello también es importante que, una vez le hayas sacado de la bañera, le dejes sacudirse, retires todo el exceso de agua con una toalla y te armes de paciencia para utilizar el secador eléctrico a temperatura no muy elevada hasta que esté totalmente seco.Otra opción, si el baño se convierte en toda un episodio no demasiado divertido, es la de acudir a un centro de estética canina donde, por un precio razonable, te devuelvan a tu mascota perfectamente en perfecto estado “de revista”.
Cepillado
Los sencillos cuidados que demanda el presa canario incluyen cepillarle una vez a la semana para retirar de su manto tanto el pelo muerto como los restos de suciedad que durante días se hayan ido acumulando.Para hacerlo, podrás valerte de un peine blando de cerdas cortas, ya que su pelaje carece de doble capa, por lo que un cepillo metálico podría llegar a dañar su dermis. Aprovecha esos momentos para intimar con tu mascota, fortaleciendo el vínculo emocional entre ambos.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
Respeta escrupulosamente el calendario de vacunaciones que el veterinario establezca para tu perro de presa canario, si no quieres que este gran can resulte afectado por minúsculos microorganismos que pueden hacer verdaderos estragos en su salud, como virus y bacterias.Por otra parte, no olvides combatir al mismo tiempo parásitos del estilo de virus, garrapatas y gusanos intestinales, colocando a tu mascota las pipetas y collares antiparasitarios que puedes adquirir en establecimientos especializados.
Enfermedades más comunes
En líneas generales puede decirse que el presa canario es un perro bastante sano que apenas tiene problemas de salud, lo que no significa que sus ejemplares, como los de cualquier otra raza canina, no puedan enfermar.Entre las dolencias más habituales de este robusto can se encuentra la displasia de cadera y de codo, un grave padecimiento del desarrollo cuyos primeros síntomas pueden apreciarse en torno a los 5 o 6 meses de vida del cachorro.Esta patología, que cuenta con un componente genético, es muy típica de los perros grandes, si bien en ella también pueden influir otra serie de factores como el sobrepeso. Es importante que sepas que podrá ser menos grave si es detectada precozmente, por lo que debes saber reconocerla.La torsión gástrica es otro de los males que aqueja a estos monumentales perros. También conocida como dilatación gástrica o hinchazón, este síndrome que se asocia con las razas grandes, en el que estómago llega a forzarse sobre su eje, puede tener consecuencias fatales para el animal.La epilepsia tampoco es ajena a esta raza. Se trata de una enfermedad cuyos ataques alarman enormemente a los sufridos dueños y ante la que hay que saber actuar, siguiendo las pautas recomendadas por el veterinario